Recomiendo escuchar la canción, segun iniciemos el relato.
MMMMMMMnnnnnnn, según
escribo escucho música,”Gotye” me encanta, como expresa sus sentimientos, como
si nos miráramos al espejo, sin reflejarnos en el, pues es, nuestra vida oscura
esa que tenemos, esa vida que no queremos que se sepa, que solo nosotros
disfrutamos.
“Si”, me encuentro dando vueltas y giros entre
rotondas y calles oscuras, iluminadas por fogatas, alimentadas por mujeres
aparentemente sin alma, pero con mucho cuerpo, pese al frio, enseñan sin pudor
sus pechos erectos y pronunciados, rubias, morenas, de todas las razas y
países, tras perderme entre calles y al no encontrar nada de mi exigencia, emprendo
camino hacia ese lugar llamado casa………. pero una mano sale de la oscuridad,
intentando llamar mi atención, al parar, una mirada furtiva y aprobatoria al
mismo tiempo hacia esa mujer.
Sube al coche, tras la pregunta “¿a dónde?”,
ella insinúa que al ser el último servicio, si me apetece llevarla a casa y
hacerlo en su dormitorio, sin prisas, sin tiempo, ante esa expectativa no me
puedo negar. Al llegar a su morada, no me encuentro nada de
lo que no me hubiera hecho una idea, nos pusimos cómodos, tomamos una copa, tras
otra, entrando en calor, notando sus pechos duros y firmes, caricias entre mis
piernas, mi polla erecta y dura como una piedra, con ganas de romper cualquier
barrera que se me pusiera por delante.
Ella me acaricio mi pecho, al mismo tiempo que mordía mis labios y mi cuello, mis manos surcaron su espalda, cuello, muslos, pechos, una y otra vez, un fuego me mordía mis entrañas con unas ganas terribles de follarla, tras una mirada nos pusimos en dirección a sus aposentos, cama grande para practicar sexo brutal, espejos en paredes y techos, nos reflejamos nuestra alma y nuestro cuerpo, con ganas me desnuda, quedándome totalmente firme, con mi miembro presentando armas, esperando a ser revistado, ella rubia despampanante, mirada dulce, pechos firmes y duros, solo una prenda la separaba de mi, un tanga negro de encaje , tras acercarse sensualmente moviendo sus caderas, me puso un pañuelo rojo en los ojos y me empujo hacia la cama, tendido en ella, me deje caer al abismo del éxtasis, mi respiración se hacía más rítmica, note como mi polla era comida por sus labios y su boca, subiendo y bajando por mi miembro erecto y duro, comiéndome los huevos, repetidamente una y otra vez, mientras yo me centro dentro de mi oscuridad, en sus pechos y en su culo, ella continua con su fantasía de exprimirme hasta el último aliento de mí, me siento que voy a explotar de un momento a otro.
” Tengo que decir que a día de hoy es la mejor mamada que me han realizado”, ante tal excitación me quito el pañuelo buscando sus labios y la unión de nuestros cuerpos, la doy la vuelta y subo encima de ella, sujetándola las manos fuertemente, comienzo a comerla el cuello, los pezones de sus voluptuosos pechos, de derecha a izquierda y viceversa, bajando hasta lo más profundo de su ser, mi meta, su coño rosadito, la única frontera que me separa de ella, es ese tanguita negro, me lanzo hacia mi objetivo quitándosele con gran maestría, el espectáculo que aparece ante mis ojos, es indescriptible, no sabría como detallar, no me han entrenado para este contexto, pero me encuentro en plena excitación, una subida de adrenalina, que recorre todo mi cuerpo, como si de una misión que me hubieran encomendado, me lanzo hacia el objetivo, Rosa como se llama la rubia despampanante, tenía un rabo de veinte centímetros, tras ardua pelea el objetivo fue tomado, volteado y con gran fuerza tomé posesión sodomizándola, varias veces, tras la furia inicial, no sé si por el engaño sufrido, perversión o que realmente me gusto, sacié mis ganas de esa noche.
Ella me acaricio mi pecho, al mismo tiempo que mordía mis labios y mi cuello, mis manos surcaron su espalda, cuello, muslos, pechos, una y otra vez, un fuego me mordía mis entrañas con unas ganas terribles de follarla, tras una mirada nos pusimos en dirección a sus aposentos, cama grande para practicar sexo brutal, espejos en paredes y techos, nos reflejamos nuestra alma y nuestro cuerpo, con ganas me desnuda, quedándome totalmente firme, con mi miembro presentando armas, esperando a ser revistado, ella rubia despampanante, mirada dulce, pechos firmes y duros, solo una prenda la separaba de mi, un tanga negro de encaje , tras acercarse sensualmente moviendo sus caderas, me puso un pañuelo rojo en los ojos y me empujo hacia la cama, tendido en ella, me deje caer al abismo del éxtasis, mi respiración se hacía más rítmica, note como mi polla era comida por sus labios y su boca, subiendo y bajando por mi miembro erecto y duro, comiéndome los huevos, repetidamente una y otra vez, mientras yo me centro dentro de mi oscuridad, en sus pechos y en su culo, ella continua con su fantasía de exprimirme hasta el último aliento de mí, me siento que voy a explotar de un momento a otro.
” Tengo que decir que a día de hoy es la mejor mamada que me han realizado”, ante tal excitación me quito el pañuelo buscando sus labios y la unión de nuestros cuerpos, la doy la vuelta y subo encima de ella, sujetándola las manos fuertemente, comienzo a comerla el cuello, los pezones de sus voluptuosos pechos, de derecha a izquierda y viceversa, bajando hasta lo más profundo de su ser, mi meta, su coño rosadito, la única frontera que me separa de ella, es ese tanguita negro, me lanzo hacia mi objetivo quitándosele con gran maestría, el espectáculo que aparece ante mis ojos, es indescriptible, no sabría como detallar, no me han entrenado para este contexto, pero me encuentro en plena excitación, una subida de adrenalina, que recorre todo mi cuerpo, como si de una misión que me hubieran encomendado, me lanzo hacia el objetivo, Rosa como se llama la rubia despampanante, tenía un rabo de veinte centímetros, tras ardua pelea el objetivo fue tomado, volteado y con gran fuerza tomé posesión sodomizándola, varias veces, tras la furia inicial, no sé si por el engaño sufrido, perversión o que realmente me gusto, sacié mis ganas de esa noche.
Recuerdo de ella su alma,
sus ojos, dio todo, con cariño y hasta el momento ninguna mujer ha superado la
mamada que me realizo. Hay momentos que me miro en un espejo y hay días que no
me veo reflejado, esa parte de mi lado oscuro, necesita salir por las calles,
buscando………….mi reflejo en un espejo.
Sed malos………….. Pero.
Lo que haga vuestra mano
derecha, que no lo sepa la izquierda…………
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